al padre

en la inmensidad y el brillo de tu mirada caida y suave,
el gesto que me hace hija,
en tus manos gruesas y ajadas de tanto hacer,
las mias,
que te recuerdan y enaltecen.
sigo tu zigzagueo,
intento saberte desde este camino sin tiempo,
recibo tu sabia padre,
tu silencio,
tu intranquila paz,
tu soledad entera,
diurna,
de amanecer y trigo,
de olor a tierra,
de nostalgia honda y verdadera,
estas como nunca tan cerca,
desde las palabras que son obra,
y se hacen camino.

circulo

una.
despues del impacto y el llanto,
de las valijas y los bultos agolpados haciendo el horror,
sin miedo.
los dias son los dias.
ahora infinitamente ahora.
despues de los caracoles y los circulos viciosos,
del deseo quemando sabanas y la dura mirada del que no esta,
y no estuvo nunca para mi.
sin esperas doliendo en mi cuello.
entregada,
fiel,
dormida,
sin sexo, al fin.
mia.
enteramente mia.
cerrando la puerta,
todas las que no abren,
todas las que me cierran.
y ahi estamos a cuadras muertas.
sin telefonos,
ni pasos huecos,
ni sonidos chirriantes,
ni llaves abriendo despues de mi.
no hay detras.
estoy detras,
delante,
debajo,
encima,
de mi.